A principios del S. XX, durante unas
excavaciones en la región de la Alsacia, se encontró un yacimiento con varios
objetos antiguos, entre los cuales había un pequeño alambique de oro.
Tras
comprobarse que estos objetos carecían de valor histórico, se pusieron a la
venta. Uno de los compradores, un hombre
aficionado a la destilación de alcoholes, se enamoró del alambique y lo
adquirió. Este hombre llevaba muchos años buscando crear el destilado perfecto,
un elixir tan valioso como el propio material del que estaba hecho el alambique
que acababa de comprar.
Finalmente, creó una ginebra con
reminiscencias de mandarina y un suave recuerdo de vainilla y almendras a la
que llamó Gold 999.9 al considerarla su oro líquido, el más puro.
Así nació esta ginebra, diferente a
cualquier otra y la única que se destila en un alambique de oro.
Se cree que el propietario de estos
objetos los enterró a finales del siglo XIX durante la guerra franco-prusiana,
cuando la Alsacia y la Lorena pasaron a manos del Reich alemán, para salvarlos
del expolio de la guerra, y nunca más se ha sabido de su paradero no se tiene
constancia de que haya intentado recuperar los objetos que enterró.
Hoy en día, Gold se sigue haciendo en
una pequeña destilería de la Alsacia, entre las fronteras de Alemania, Francia
y Suiza en un pequeño pueblo, y aunque parte de su receta sigue siendo un
secreto, sabemos que se sigue elaborando como hace un siglo.
A diferencia de otras ginebras, el
alcohol de base se obtiene en la propia destilería en la que se lleva a cabo
todo el proceso. Tras la obtención del alcohol de base en una primera
destilación, este se destila dos veces más para refinar su calidad y finalmente
se destila e infusiona con los diferentes botánicos de Gin Gold. Todo el
proceso tiene lugar en alambiques que llevan siglos en la destilería y aún hoy
una parte del proceso se realiza en el alambique de oro que inspiró esta
ginebra, que se destila en pequeños lotes y con mucho mimo para que el producto
final, totalmente artesanal, sea perfecto en cada destilación.
BOTÁNICOS
Aparte del enebro, Gin Gold lleva los siguientes botánicos, que la hacen única:
mandarina, almendras, jengibre, violetas, coriandro, raíz de Angélica, canela,
genciana, amapola.
NOTAS DE CATA
Nariz: un primer toque de enebro deja paso a la mandarina para terminar con una
eclosión de notas florales que se potencian gracias a la mandarina.
Boca: primera impresión de mandarina, cítrica, fresca que deja paso a un final
almendrado con sutiles notas de vainilla.
PERFECT SERVE: un palo de vainilla, caramelo o canela para potenciar
las notas cítricas o violetas para potenciar las notas florales y dar más
equilibrio.
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